fLy SO fAr...

A ver, a ver...
por donde comienzo...
(por el principio brpp!!)

La historia comienza hace ya 5 años cuando, por esas cosas de la vida, tuve que abrir las alas (en ese entonces con unas cuantas y escuálidas plumas) y volar.....
Cierto es que no llegué muy lejos. Pero fue el lugar preciso para que mi "marejada interior" se calmara. Proceso lento. Pero se pudo.
Y así viví... tranquila, sin grandes necesidades. Hasta ahora.
Quienes han tenido la mala pata de compartir un poco más de cerca conmigo (que llorón eso!!). Estarán de acuerdo que, de un tiempo a esta parte, la señora vida se ha ensañado un poquito conmigo... nada más que tantito...
"Una serie de eventos desafortunados" que ire nombrando solo si considero necesario hacerlo, se han venido sucediendo, cada 2 o tres meses más o menos, casi como si estuviese programado que así fuere...
Uno de los más trascendentes, fue la muerte de mi señora Abuela. Hace ya un año atrás.
Desde ese momento ya nada volvió a ser lo mismo.
Se iniciaron procesos de adaptación en lo que a convivencia se refiere (psicologizando un poco el asunto), que aun no han terminado. Pero que otros sucesos, como el cancer de mi papa, la necesidad de hacerme cargo de los pergenios chicos y terminar de una vez por todas la carrera que se me ocurrió elegir, requieren que dichos procesos se hagan efectivos... NOW!!!!
La dependencia morbosa, jamás ha sido una cualidad que me caracterice. Y no me gustaría que lo hiciese alguna vez.
Necesito a las personas... no son muchas las que me rodean, así, como las moscas a la caca...(romanticismo a toda prueba, ejem!) pero las necesito cerca. Y no hay motivos, sólo porque sí.
No necesito a un@s más que a otr@s... l@s necesito a tod@s.
He evitado por un tiempo establecer mucho contacto con una cantidad obcena de suje@s. Sólo porque son "personas no gratas" a ojos que no ven bien.
Pero ya no quiero seguir así.
Quiero un hogar, no una casa inmensa y lujosa y vacía, sino un lugar donde pueda venir quien quiera, de visita o a trabajar, y que nadie se sienta con el derecho de arruinar la visita con una mala cara o un susurro malintencionado...
Quiero poder dejar la toalla en una silla después de ducharme, sin sentir que "mis cosas" no pertenecen a ningún lugar que no sea mi nunca bien ponderado "socavón" o lapieza de laburo.
Quiero tantas cosas... pero más parecen imposibles.
Estoy cansada. Agotada.
De las demandas de servicio, de compañía con condiciones.
Creo que puedo apoyar, pero no quiero tomar en mis manos una vida que no me pertenece. Con suerte llevo la mía.
Quiero ayudar, pero como dice Arjona... "no es bueno el que te ayuda, sino el que no te molesta". Con gusto ayudo, pero si me lo piden, no antes. No soy partidaria del asistencialismo ni mucho menos del servilismo...

Creo que nuevamente me ha llegado la hora... la hora de volar. Caminar siempre pa' elante.
Sólo que esta vez mis alas tienen una par de plumas demás...